LA PRIMAVERA BESABA...
La primavera besaba
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
LA LUNA, SIEMPRE
Redonda, hinchada de frotarse contra el cielo
rasga mi piel con su delgada luz
con la levedad de una sirena
que no se hubiera dado cuenta
que no posee piernas
Solivianta mi sangre
me enciende de locura
me regala una piel fosforescente
y me convierte
aceite hirviendo
en fauna
(cascos y cuernos y cabello desbocado
bajo el lúbrico soplo de lo oscuro)
Autor del poema: Ana María Rodas
LA NIÑA ROSA,
SENTADA...
La niña rosa, sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
abierto, un atlas.La niña rosa, sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
¡Cómo la miraba yo
viajar, desde mi balcón!
viajar, desde mi balcón!
Su dedo, blanco velero,
desde las islas Canarias
iba a morir al mar Negro.
¡Cómo la miraba yo
morir, desde mi balcón!.
desde las islas Canarias
iba a morir al mar Negro.
¡Cómo la miraba yo
morir, desde mi balcón!.
La niña, rosa
sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
cerrado, un atlas.
Por el mar de la tarde
van las nubes llorando
rojas islas de sangre.
Sobre su falda,
como una flor,
cerrado, un atlas.
Por el mar de la tarde
van las nubes llorando
rojas islas de sangre.
Autor
del poema: Rafael Alberti
ÁRBOL
que la mía muerta parece
si al movimiento oscila
o rompe azulinas aguas frescas
a orillas del Ánapo, al que vuelvo esta noche
en que marzo lunar me incitó,
rico ya de alas y de hierbas.
No sólo de sombra vivo,
que tierra y sol y dulce don de agua
nuevos follajes te dieron
en tanto yo me inclino y seco
palpo en mi rostro tu corteza.
Autor del poema: Salvatore Quasimodo
OFICIO DE LA COSTUMBRE
Se hace rito el misterio y un dios inútil
silencioso visita el asolado paisaje de nuestros sueños.
En espejos ardiendo miramos nuestro rostro
y la mano sostiene una flor que es de hielo y ceniza.
Si en ese atardecer canta un pájaro ciego,
¿qué nos devolverá su canto si aguarda ya la noche
para arrancar de nuestros ojos la luz última del mundo?
Autor del poema: Abelardo Linares
EN UN RETRATO
de tierra fresca que me ha de enterrar,
y después de ya mucho haber llovido,
cuando la hierba avance hacia el olvido,
aún, amigo, mi mirar de antaño,
cruzando el mar vendrá, sin un engaño,
a envolverte en un gesto enternecido,
como el de un pobre perro agradecido.
Autor del poema: Camilo Pessanha
COPOS DE NIEVE SOBRE WIVENHOE
Entrecruzados
caen,
y un segundo después
se han dispersado.
Caen y dejan caer
a la caída.
Inmateriales
astros
intangibles;
infinitos,
planetas en desplome.
Autor del poema: José Emilio Pacheco
SABER LLEVAR NUESTRA PORCIÓN DE NOCHE
o de mañana pura;
llenar nuestro vacío con desprecio,
llenarlo de ventura.
Aquí una estrella, y otra estrella lejos:
alguna se extravía.
Aquí una niebla, más allá otra niebla,
pero después el día.
Autor del poema: Emily Dickinson